El segmento náutico está en una trayectoria ascendente en el país, tanto que muchas compañías internacionales y astilleros están estudiando posibilidades de instalar fábricas de piezas náuticas en Brasil. La apertura de este mercado también ve la entrada de nuevos compradores potenciales no solo de la clase alta, sino también para personas de ingresos medios, ya que los barcos son cada vez más accesibles para varios perfiles económicos.