Escudos antidisturbios son hechos de placas transparentes de policarbonato termoformado con una antecámara reforzada capaz de absorber los impactos, así como manijas de agarre y revestimientos de goma para proteger el dorso de la mano y sostenido por la muñeca.
Además, el escudo se puede personalizar con adhesivos para identificar a los grupos policiales y militares que lo usarán.